Bienvenidos y gracias por venir. Gracias a Itzel Villa y a La Lottería por invitarnos a exponer la obra de Susana Casarin en este espacio tan bonito.
Susana Casarin es una reconocida fotógrafa mexicana que ha participado en exposiciones individuales y colectivas, en varios países del mundo. Ha ganado varios premios y becas, y su obra forma parte de colecciones fotográficas privadas y publicas.
Empezó a trabajar en el proyecto “Realidades y deseos” en el año 2007, que fue cuando conoció a Cynthia, una travestí, en una cantina de Veracruz.
Cynthia y el medidor |
Quedó fascinada con ella, y creo que Cynthia también quedó fascinada con Susana. Como Susana visitaba a menudo Veracruz para trabajar, se volvieron a ver varias veces y con el tiempo se hicieron amigas. Desde el principio, la idea de Susana era de retratar a Cynthia en su vida cotidiana, lejos de las lentejuelas y de las plumas que para mucha gente, simbolizan a los travestís. El trabajo de Susana se basa en dos conceptos fundamentales: el respeto y la confianza. Y eso se nota en las fotos que toma, en sus encuadres y en la actitud de los personajes. Luego, Susana conoció a Erica en Netzahualcóyotl y a Agustín en Ecatepec, y poco a poco el proyecto se fue desarrollando.
Me gustaría presentarles brevemente a las tres protagonistas de esta exposición. Empiezo con Cynthia. Su madre era prostituta y nunca conoció a su padre. La crió su abuela. Cynthia no acabó la primaria. Trabaja en cantinas del pueblo como mesera y se prostituye ocasionalmente. Vive su vida vestida de mujer, incluso va así a la iglesia, y nadie le dice nada en su pequeño pueblo donde todos la conocen.
Erica es la única transexual de las tres. Le encanta la lectura y era profesor de educación física en una escuela.
Erica y los bibelots |
Sus alumnos y los padres de familia lo apreciaban mucho. Inicio un tratamiento hormonal porque se sentía “mujer dentro de un cuerpo de hombre”, y eso ya no lo aguantaba. Pero cuando su cuerpo empezó a cambiar, las autoridades de la escuela le dijeron que si quería seguir trabajando, tenía que hacerlo como hombre y no como mujer. Erica prefirió renunciar para no afectar a sus alumnos. Después, para ganarse la vida se prostituyó, pero como redacta muy bien, Susana la puso en contacto con diferentes periódicos, y ahora de vez en cuando escribe artículos sobre el tema trans.
Agustín es una travestí. Como Erica, es una persona preparada. Fue director de centros de atención especial para niños con problemas de aprendizaje. Tiene una hija.
Agustín |
Un día fue al ministerio público para pedir papeles y al salir, lo agarraron los agentes, y lo llevaron al área de detenciones y ahí lo golpearon muy duro hasta que perdió el conocimiento. En otra ocasión, Agustín fue convocado a una reunión en educación en el Palacio de Gobierno, pero los policías estatales lo arrestaron sin explicaciones. Durante el trayecto, lo golpearon, lo amenazaron y llegando a la cárcel, Agustín se dio cuenta de que las puertas de todas las celdas estaban abiertas. Los presos le empezaron a agredir, a darle golpes y patadas, a insultarle. Luego, le violaron. Agustín se “sentía como que se iba partiendo en pedacitos”. Un preso que no había participado en esa barbarie le prestó una tarjeta telefónica para que hablara a su casa porque nadie sabía donde estaba. Vino su hermana a pagar la fianza y lo dejaron salir. Después de esta pesadilla en la cual casi perdió la vida, Agustín decidió pedir asilo humanitario a EEUU por razones de acoso, discriminación, homofobia y violación. Vive ahora en San Diego, California.
Algunos detalles sobre las tres otras chicas de la exposición que son amigas de las protagonistas. Aquí tenemos a Kimberly que tiene un salón de belleza. Allí esta Ana Fernanda que es muy joven y que todavía estudia en la preparatoria. La última foto es la de Lenny. Ella se prostituía y no usaba condón. Murió del sida el año pasado.
Kimberly |
Ana Fernanda a sus 15 años |
Lenny en la cantina "Mi Arbolito" |
Así pues, en su proyecto “Realidades y deseos” Susana Casarin representa a seis personas con destinos bastante diferentes pero que tienen una misma inquietud: expresar su feminidad porque se sienten mujer en su ser más profundo.
Antes de terminar, quiero mencionar que el 10 de marzo en México, torturaron y asesinaron a la activista trans Agnés Torres. Fue un crimen de odio. Cuando en un país se mata a la gente por razones de género, de sexualidad, de etnia, de ideología, de religión, etc., y que los crímenes quedan impunes, eso significa que no hay democracia.
Como pueden apreciar, las fotos de Susana son muy buenas: incluso me hacen pensar en pinturas de Hopper. Pero más allá de su fuerza estética, nos hablan de tolerancia, de dignidad y de derechos humanos.
Marie-Pierre Teuler
Presidenta de La Senda del Jaguar y curadora de la exposición
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